Cuba actualidad, El Vedado, La Habana, (PD) Yoani Sánchez, Berta Soler, Rosa Paya, levantan una ola de apoyo internacional y simpatía hacia la causa de la democratización de Cuba. En América Latina, Europa y Estados Unidos, los medios de comunicación, universidades, organizaciones cívicas y gobiernos nacionales y locales, abren sus puertas a las denuncias, comentarios y reflexiones que los primeros viajeros prodemocráticos, tras las nuevas regulaciones, dejan en su andar cosmopolita.
Los actos de "diplorrepudio" organizados por embajadores (con minúscula) de la dictadura, como Carlos Zamora y Rodolfo Reyes, esos sargentos con traje Armani, más que ayudar al gobierno que representan, los ponen en la lupa de la opinión pública mundial con su verdadero rostro.
Pronto saldrán al mundo exterior, Manuel Cuesta Morúa, Antonio Madrazo y Leonardo Calvo, el Presidente de la Asociación Jurídica Cubana Wilfredo Vallín y el Premio Sajarov Guillermo (Coco) Fariñas. Todos saltarán de la isla en recorridos de mayor o menor alcance en los próximos dos a tres meses. Con ellos, la batalla será otra. Son hombres. Las provocaciones serán diferentes.
Los corresponsables internacionales acreditados ante el Partido Comunista y los diplomáticos extranjeros en la misma situación, se preguntan hasta dónde se mantendrá la tensión generada hacia la cúpula gubernamental por los primeros demócratas en aprovechar la nueva ley migratoria, que entró en vigor el pasado 14 de enero, y hasta donde calcularon, al aprobar la Ley, la presión que ejercería los argonautas republicanos en el exterior.
Para la mayoría de ellos, la salida constante de los demócratas insulares (en viaje de ida y regreso), será un "formidable batallón" de guerreros ubicados en Nueva York, Washington, Ginebra, Paris, Madrid, Estocolmo o Roma. Algo que los asesores de seguridad exterior del General Presidente Raúl Castro Ruz, previeron. Me gusta la idea, pero no comparto el optimismo. Como dice el antiguo proverbio castellano, un pesimista es un optimista con información.
¿Durante qué tiempo más saldrán al exterior los demócratas insulares, si apenas tienen dinero para tomar el autobús?
Es poco probable que las actuales invitaciones "al más allá", a eventos y universidades, mantenga el flujo con el que comenzó.
Para Nicolás Pérez, del Nuevo Herald, el permiso de salida de algunos demócratas se debe a la necesidad que tiene Raúl Castro Ruz de ser aceptado, porque "tiene baja autoestima" y porque es un tipo débil. No comparto esa opinión del ilustre colega. Raúl Castro Ruz se siente fuerte y tiene la oportunidad de concretar su visión de país, y para eso se hace asesorar de un grupo importantes de viejos y jóvenes amigos, como hizo el difunto Ronald Reagan, ex presidente de los Estados Unidos.
Existe la tendencia a ver al gobierno cubano como un monolito, y en mi opinión no hay nada más alejado de ello. Cierto que desarrollan sistemas de supervivencia para el día después del desenlace biológico de los hermanos Castro, pero quedan dudas de que entre ellos hay una profunda lucha por ver cuál de las tendencias es la que prevalece, la que tiende a encerrarse en sí mismos o la que tiende a abrirse gradualmente a las reformas.
Es la segunda de ellas la que prevalece en estos momentos y la nueva ley migratoria es un ejemplo.
Para mi amiga Barbarita, preguntada sobre el tema, la oportunidad de que algunos demócratas tuvieran la oportunidad de salir al exterior es una magnífica oportunidad de decir al mundo que el gobierno se regenera. Habla de su fortaleza y de su seria intención de cambios.
Coincido con ella y agrego que la posibilidad de viajar de algunos demócratas, calculada por los oficiales de la Dirección General de Inteligencia, es muy poca. ¿Cuántos podrán salir al exterior? ¿Veinte, treinta, cincuenta, cien?
Coincidiremos en que es muy poco probable que antes de concluir el primer año fiscal, luego de aprobada la Ley Migratoria, la cifra de personalidades de la oposición que crucen el mar será de menos de medio centenar, por lo que la primera ola de salida de políticos, activistas y ciudadanos, será alta pero de poco alcance. Para que se convierta en una marea, se deberá invitar a un número cada vez creciente de estos ciudadanos para que hagan públicas sus visiones sobre nuestra realidad.
Y digo invitaciones, pues con qué fondos podrán viajar al exterior intelectuales de la talla de Miriam Celaya, Regina Coyula, Boris González, David Canela; periodistas y escritores como Juan González Febles, Luis Cino, Tania Díaz Castro; políticos como Fernando Sánchez, Rafael León, o activistas cívicos como Ignacio Estrada, o Lourdes Yeng. Mujeres y hombres, jóvenes y viejos, todos unidos en una capacidad demostrada en la práctica nacional para promover los cambios y en autoridad de narrar sus experiencias en la trama transicional cubana.
La matemática de la dictadura fue simple y darwiniana: luego de salir los primeros, no saldrá nadie más o los que salgan serán tan distanciados entre sí que el tema cubano se diluirá en el mundo cruel y predecible del día a día.
primaveradigital.org/primavera/internacional/52-mundo/7005-la-cresta-de-la-ola-y-el-apoyo-internacio...